La economía circular no es un capricho. En un planeta en alerta por la emergencia climática y en el que los recursos son escasos, adoptar este modelo de producción y consumo es una necesidad. Si seguimos al ritmo de producción y consumo actual, en 2050 necesitaremos tres planetas para cubrir las necesidades de una población en continuo crecimiento.
Pero, además, la economía circular es una oportunidad. Compartir, alquilar, reutilizar, reparar, renovar y reciclar ofrece enormes beneficios. Por ejemplo, permite reducir la dependencia de unos países, deficitarios en materias primas, con respecto a otros.
Además, un diseño más eficiente de los productos y la reutilización de los recursos permitirían a las empresas ahorrar muchos millones de euros, sin contar con el impacto positivo en la competitividad, la innovación y la creación de empleo. Según el Parlamento Europeo, de aquí a 2030 se podrían crear hasta 700.000 puestos de trabajo alrededor de la economía circular.