El Foro Económico Mundial apunta que la economía circular generará nuevas oportunidades (económicas y empresariales) que permitirán crear nuevos empleos y ocupaciones. Se estima que la economía circular tendrá un efecto positivo en las cifras de empleo creando nuevos puestos de trabajo en áreas relacionadas con:
- Economías de carácter colaborativo.
- Reutilización de productos.
- Desarrollo de infraestructura verde.
- Reparación, reciclaje o mejora de productos y servicios.
- Eficiencia energética.
- Diseño sostenible.
- Incorporación de tecnologías digitales.
- Producción de energía.
- Gestión de residuos y de agua.
- Gestión de la calidad del aire.
- Restauración y preservación de la biodiversidad.
- Adaptación al cambio climático.
- Diseño sostenible.
No obstante, las oportunidades laborales no se limitan a la fabricación y al crecimiento en las grandes corporaciones; el recorrido del empleo en la economía circular es amplio y diverso. Los empleos se podrán crear en los sectores industriales, mediante el desarrollo de logística inversa local, con pequeñas y medianas empresas, por medio de una mayor innovación y emprendimiento, así como una nueva economía basada en los servicios, que actualmente se conoce como servitización.
La transición hacia el modelo de economía circular supondrá cambios importantes en el volumen, la composición y la calidad del empleo. Unos cambios que no serán homogéneos ya que se producirá destrucción de empleo en los sectores más contaminantes afectando en mayor medida a los países que son productores de materias primas, o bien aquellos que cuentan con industrias muy intensivas y contaminantes.
La creación de empleo es aún una incógnita en cuestión de previsiones, y aunque no se puede determinar actualmente cuántos de los empleos se consideran verdes y cuál será su evolución en el futuro, estudios de la WRAP han mostrado que la economía circular podría crear cerca de 3 millones de puestos de trabajos sólo en la Unión Europea hasta el 2030 bajo un escenario positivo.
La investigación, el desarrollo tecnológico, la innovación y la adaptación de una normativa acorde a los objetivos de la economía circular son los principales motores que supondrán la apertura de nuevos mercados, el aumento de la competitividad empresarial y la creación de nuevos empleos.